hacia una marcha fúnebre

Las canciones suelen tener cierto efecto alucinógeno en las personas, tal vez es por eso que no han sido pocos los astros de las notas conjugadas que han decidido quitarse la vida. Creo que escuchar tu canción favorita mientras mueres debe ser la mejor manera de abandonar este mundo, ya que cubres la amargura de las despedidas con la levitación mental que te produce aquella canción.
¿Qué tal si alguién fuera lo suficientemente astuto y valiente como para suicidarse y morir mientras escucha la banda sonora de su vida? Me gustaría presenciarlo, porque enfáticamente me declaro cobarde y demasaido feliz aun. Tal vez cuando tenga 30 y mi metabolismo sea más lento y el calentamiento global impida la multiplicidad del amor, pero antes no.
Más tarde voy a poner la historia de alguien que tuvo la valentía para hacerlo.