Armonía
Las cosas sucedieron de manera tan vertiginosa, que sólo ahora, en este momento de paz, de tranquilidad, en que todo marcha bien y mi vida tiene un curso claro, me permito realizar un análisis de los hechos.
Es increíble darse cuenta que los sucesos más importantes de tu vida esperan pacientes años, hasta que alguna desición tuya que desordene la armonía del universo les conceda la posibilidad de llevarse a cabo. Y lo digo en serio, recién ahora y quizás ayer, comprendí que determinaciones que en su momento pensé ilógicas y masoquistas me han llevado a esto: una nueva etapa llena de amor, de paz y nuevos capítulos que se escriben en hojas más blancas que los anteriores.
Lo anterior, lo digo porque recién ayer me di cuenta que ya no odio a la gente que odiaba antes, y creo que esas personas nunca quisieron hacerme daño y que merecen ser felices también. Comprendí que ya no tengo ganas de pelear ni de ver a mi enemigo en el suelo, porque siento que ya no los tengo, siento que el nuevo amor que está creciendo en mí ha sido capaz de disipar todos los rencores y penas que tanto daño me hacían, daño que me provocaba sola al no perdonar.
Finalmente puedo decir que me siento afortunada, porque lo tengo todo, no me falta nada, mi familia es simplemente perfecta, el hombre que me sostiene la mano en este camino es quien comenzó este viaje de salvación, para culminarlo con lo que más amo en esta vida y en todas mis vidas: mi hijo.